La vergüenza y la culpa, dos sentimientos sociales universales
Expresiones como “tierra trágame”, o “me remueve la conciencia” están muy presentes en nuestra cultura. Vergüenza y culpa son sentimientos humanos universales que nos han ayudado a regular las relaciones interpersonales y la estructura social.
Al sentir vergüenza nos relacionamos con el hecho de que la conducta que hemos llevado a cabo no es apropiada en un contexto cultural micro o macro, es decir, infringimos una norma social.
Al sentir culpa nos relacionamos con el hecho de provocar un daño a una persona o grupo de personas, infringimos una norma moral.
Todo esto es adaptativo y positivo para las personas, ya que inhibimos comportamientos que no son adecuados para la supervivencia y adaptación del grupo, y nos llevan a reparar el daño provocado.
Pero, ¿qué ocurre si me culpabilizo de algo de lo que no soy responsable o de algo que no puedo controlar, qué ocurre si pretendo controlarlo todo? ¿Qué ocurre si siento vergüenza de mi idiosincrasia como individuo y no me permito expresar lo que pienso, siento y quiero, defendiendo el derecho a mi identidad personal?
En estos casos, tanto la vergüenza como la culpa son sentimientos dañinos que nos llevan a una baja autoestima, el resentimiento y el dolor.
En muchas ocasiones se trata de una dificultad para reconocernos un derecho, es decir de un problema de asertividad.
Algunos derechos asertivos que es importante reconocerse son:
> El derecho a ser tratado/a con respeto y dignidad
> El derecho a ser escuchado/a y tomado/a en serio
> El derecho a decir no sin sentir culpa
> El derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor/a tiene derecho a decir que no.
> El derecho a cambiar de opinión, de objetivos, de estilo de vida...
> El derecho a cometer errores, incluso varias veces sobre lo mismo
> Derecho a no ser perfecto/a a nivel intelectual, físico, moral...
> El derecho a pedir información y ser informado/a
> El derecho a obtener aquello por lo que pagué
> El derecho a decidir no ser asertivo/a
> El derecho a ser independiente
> El derecho a depender de los demás
> El derecho a tener éxito o no tenerlo
> El derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc., Mientras que no viole los derechos de otras personas
> El derecho a gozar y disfrutar
> El derecho a ser amado/a y respetado/a (no conformarme con menos)
> El derecho a tener problemas
> El derecho a estar enfermo/a
> El derecho a tener una trayectoria vital diferente al otro en lo profesional, en lo afectivo...
> El derecho a ser juez de mis propios actos
> El derecho a no gustar a todo el mundo
> El derecho a que los demás no nos gusten
> El derecho a tener determinados gustos o preferencias
> El derecho a tener opiniones distintas y expresarlas
> El derecho a sentir emociones negativas y expresarlas
> El derecho a sentir emociones positivas y expresarlas
> El derecho a no saber
> El derecho a aprender
> El derecho a ser como soy
> El derecho a no responsabilizarme de las emociones de los demás
Psicóloga y coach