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Secretos y mentiras: cómo cambia tu vida cuando cuentas lo que callaste.

¿A quién no le ha pasado alguna vez que no pudo contar algo, lo calló, quizá no era el momento de hacerlo, quizá no se atrevió, quizá..., y después ya es muy complicado salir de ese círculo vicioso?

Sobre todo nos referimos en este post a cómo: por proteger a algunas personas, proteger relaciones o quizá por miedo al rechazo o a la desaprobación, ocultamos temas fundamentales en nuestra vida. Desde nuestra orientación sexual, hasta nuestros afectos por alguien, nuestros intereses en relación a alguna actividad o tema, nuestros objetivos vitales, nuestras necesidades al respecto de algo o de alguien...

Si se trata del pillaje, de buscar un beneficio posterior, abriremos la Caja de Pandora cuando más nos convenga, pero tampoco nos referimos a esto en el post. Nos referimos a cómo casi siempre, estas situaciones suponen una merma de la autoestima de la persona que calló y ocultó y de cómo esta información se convierte en fuente de estrés, de tensión, de sufrimiento y de miedo.

¿Qué ocurriría si dijese la verdad? ¿Cómo voy a decir la verdad después de tanto tiempo? ¿Cómo voy a mostrar mi realidad a estas personas que parece que no me van a comprender?

Es cierto, que tu vida puede cambiar si empiezas a ser tú mimo/a y vas abriendo esa Caja de Pandora. En casi todos los aspectos, yo diría, por mi experiencia personal y profesional como terapeuta, que cambiará a mejor, pero también puede haber consecuencias negativas.

A veces, cuando mostramos nuestras necesidades, nuestros intereses y nuestro yo auténtico a los demás, algunas personas no lo entienden, están acostumbradas a los patrones antiguos y rehacerse al nuevo yo del otro les resulta complicado, y necesitan un periodo de adaptación. Por ejemplo, si un amigo piensa que me encantan las películas de autor y comparto esa actividad con él, y de repente, le confieso que las odio, puede ser que esta persona se sienta engañada y que haya un vacío en la relación, que se descubra que en realidad sólo compartíamos las películas de autor. Otro caso sería un amigo que está acostumbrado a que siempre estamos disponibles para lo que el amigo quiera y cuando nos disponemos a poner límites y a expresarle que ya no nos va a tener disponibles para todo, este amigo, pueda no estar dispuesto a permitirnos los límites y se resista, con comportamientos manipuladores y agresivos, a mi cambio y decisión personal.

Podemos, perder relaciones que creíamos importantes porque los demás no están dispuestos a encajar nuestro cambio, podemos provocar decepciones de los que esperaban estar construyendo una relación sincera y necesitan un periodo de adaptación a la nueva situación.

La realidad es que estas relaciones pueden tratarse de relaciones de pareja, de familia o amistad muy importantes para las personas implicadas, pero que se construyen escudados en una falsa apariencia, en una mentira, en un disfraz para gustar o recoger cariño y aprobación de los demás de una manera tan peligrosa que pone en riesgo nuestra felicidad más profunda.

El miedo a la soledad, por ejemplo, si perdemos a nuestra pareja puede bloquearnos hasta tal punto de construir durante años una relación falsa que nos hará infelices y cada vez más inseguros. El dolor de defraudar a unos padres nos puede llevar a mantener una profesión que nos hace infelices y a no luchar por nuestros sueños.

En otras ocasiones, nos lleva a vivir una realidad paralela para poder satisfacer nuestras necesidades pese a la tristeza que esto conlleva.

Sin embargo, y pese a las consecuencias negativas de expresarnos en libertad, si vas descubriendo poco a poco o de una manera más directa (según los casos) tu máscara, tu vida cambiará a mejor porque:

1. Al ser tú mimo/a mantendrás a tu lado a las personas que te aceptan como eres y que son capaces de comprender tu necesidad de haber mostrado la verdad. Esto te ayudará a discriminar las personas sanas y tolerantes de las que no lo son, las personas que te quieren y por tanto te aceptan de las que no. La asertividad nos ayuda a poner a cada cual en su lugar y eso nos quita un peso de encima, con los que se quedan podemos confiar y ser nosotros mismos.

2. Al ser tú mismo/a, tu autoestima se fortalecerá y te sentirás con más fuerza para gestionar las situaciones difíciles de la vida, eliminarás muchas fuentes de estrés que no eran importantes y te sobraban.

3. Al ser tu mismo/a, algunas personas que se resistirán al principio a tu cambio, lo irán aceptando y encajando, sólo necesitas paciencia y confianza, para estas personas habrá sido difícil porque se han decepcionado o descolocado al principio o porque tiene valores algo rígidos, pero se adaptarán a a la situación.

4. Al ser tú mismo/a, muchos problemas que te acompañaban desde hace tiempo, quizá dolores físicos o problemas psicológicos irán a menos, ya que el organismo no tendrá que luchar contra lo que no eres.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

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