8 de Marzo: aún queda mucho por conseguir

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Hoy es el día de la mujer trabajadora, un día importante para recordarnos que hay que seguir luchando por nuestros derechos y la igualdad con el sexo masculino. Si bien es cierto que en las últimas décadas la mujer ha conseguido ampliar sus roles en la sociedad, siendo estos muchos más amplios  (mayor división del trabajo en casa entre ambos sexos, mayor conciliación entre el trabajo y la familia, acceso a puestos de trabajo “típicamente masculinos”, mayor variabilidad a la hora de elegir formar o no una familia, mujeres emprendedoras que montan su propia empresa, etc.) aún queda mucho por avanzar para alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres.

Seguimos teniendo dificultades para conciliar trabajo, hogar y familia y tanto el salario como la posibilidad de acceder a ciertos puestos de trabajo, siguen siendo, en muchos casos, menores que en los hombres. Esto se debe a que durante muchos años los roles masculinos y femeninos han estado fuertemente estipulados, sin lugar a tener modificación o cambio: nuestro trabajo debe estar enfocado a que  poco a poco tiendan a disminuir, y en esto está  nuestro esfuerzo, este es el foco que nos debe guiar, y nuestra mejor herramienta es la educación en la igualdad.

Para que nuestros hijos e hijas y las nuevas generaciones puedan aprender de la importancia de no tener unos roles estipulados dentro de una pareja, unidad familiar o puesto de trabajo, es vital que nosotros/as conozcamos cómo eran y son esos roles, y cómo queremos modificarlos, para poder ser el mejor ejemplo. De este modo, los más pequeños y pequeñas comprenderán de forma vivencial que no existen diferencias de género entre hombres y mujeres, y ofrecernos respeto entre sexos. En definitiva, poner todo nuestro esfuerzo para despedirnos de los roles del pasado (hombre dominante y mujer sumisa), deshaciéndonos poco a poco de la desigualdad.

Es esencial entonces no caer en tópicos qué cosas se esperan cuando eres niño y cuando eres niña, qué profesiones, ropa, deportes, aficiones, etc.  Si los niños y las niñas ven que tanto el padre como la madre tienen el mismo poder de decisión en la familia, y en la relación,  es más probable que se respeten por igual y que admiren la relación de cariño y respeto que se tienen haciendo que ellos y ellas en el futuro crean en la igualdad, la interioricen y normalicen, es entonces muy probable que busquen pareja y amigos del mismo modo, sean del sexo contrario o del mismo sexo, pero con los roles que han aprendido en un ambiente sano, respetuoso e igualitario.

Susana Paniagua

Psicóloga

Grupo Crece