“Defender la alegría como una trinchera,
defenderla del escándalo y la rutina,
de la miseria y los miserables,
de las ausencias transitorias y las definitivas…”
Extracto de “Defensa de la alegría” Mario Benedetti.
La alegría una emoción olvidada.
La alegría y otras emociones positivas han sido tristemente descuidadas en las investigaciones en Psicología. Cosa que no ha ocurrido con emociones y sentimientos como la tristeza, la rabia, el miedo, los celos… Existen muchos matices para expresar un estado de infelicidad o malestar, y por lo tanto, también, para expresar los estados de felicidad o disfrute, pero los tenemos más olvidados.
Así por ejemplo, podemos hablar de diversión, euforia, asombro, admiración, sensación de triunfo, sentirse orgulloso, sentirse embelesado, sentir interés, gratitud, alivio, tranquilidad, sentir placer, gozo, contento, satisfacción, deleite, arrobamiento, éxtasis, júbilo, alborozo…
La tendencia a descuidar la alegría y lo positivo ha cambiado en los últimos 10 años desde la aparición de la disciplina de la Psicología Positiva cuyo padre es Martin Seligman, psicólogo de renombrado prestigio internacional, y a raíz del avance en el estudio científico de las emociones, donde podríamos citar a Paul Eckman desde la psicología y a Antonio Damasio desde la neurociencia, entre otros. En los últimos años, a los psicólogos y otros profesionales de la salud nos interesa no sólo cómo resolver los trastornos mentales y psicológicos y disminuir el malestar de las personas sino también ayudar a las personas a conseguir la felicidad y el bienestar.
La alegría es de las emociones positivas la más básica, a partir de ella desarrollamos otras emociones y sentimientos positivos más complejos. Además, es una emoción universal e innata.
Es universal ya que está presente en todas las culturas humanas, es innata porque los bebés nacen ya con la capacidad para experimentarla, expresarla y reconocerla en las expresiones de los otros.
Y no es exclusiva de las personas, la compartimos con muchos animales.
La alegría, una emoción básica en nuestra supervivencia como especie.
Al igual que el miedo que nos protege de peligros, o la rabia que nos prepara para el ataque, la alegría es esencial para la vida. Los mapas neurales asociados a la alegría implican un estado de equilibrio para el organismo, la coordinación fisiológica óptima y la marcha adecuada de las operaciones para la vida.
Corporalmente, experimentamos una intensa activación fisiológica, más intensa cuanto más intensa sea la emoción de alegría.
El cuerpo se llena de energía y tono muscular, aunque no hay tensión, nos movemos más rítmicamente, tendemos a estar más erguidos, y elevar el cuerpo hacia arriba, el volumen de la voz aumenta, aumenta la temperatura corporal, disminuye la percepción del dolor y hay una especie de estado de anestesia corporal, esto último, se debe a la liberación de endorfinas, que funcionan como neurotransmisores del placer, intelectualmente nos sentimos más despiertos, más atentos a los diferentes estímulos y detalles y con tendencia a los pensamientos positivos. En nuestro gesto aparece una sonrisa auténtica y la risa está a flor de piel.
La alegría es la emoción de la acción positiva. Gracias a ella hemos resuelto grandes problemas relacionados con la supervivencia de la especie y hemos estrechado los vínculos sociales manteniéndonos unidos al grupo.
La alegría es contraria a la tristeza, al miedo, al aburrimiento y la rabia. Inhibe y mitiga muchas de las emociones desagradables. Cuando estamos alegres, imaginamos más, somos más creativos, se favorecen los procesos de aprendizaje, anticipamos que el futuro y el resultado de nuestras acciones depararán cosas buenas, sentimos que tenemos más capacidades para enfrentar las diferentes circunstancias y obstáculos cotidianos, inhibimos la ansiedad, nos atrevemos a enfrentar las dificultades, a explorar el entorno y a nosotros mismos y poder descubrir cosas nuevas, nos abre al mundo externo y facilita las relaciones y los vínculos sociales, somos más proactivos, tomamos mejores decisiones, nos relacionamos más con los demás, somos más capaces de perdonar, nos sentimos más livianos y con menos peso de las preocupaciones o responsabilidades y, en definitiva, aumentamos la posibilidad de conseguir nuestros objetivos y de que las cosas salgan bien. Así que nuestra autoestima se ve muy fortalecida.
Numerosos estudios han demostrado que las personas más alegres y sonrientes resultan más atractivas. La alegría nos hace unirnos al grupo. La cohesión social se establece en fiestas y celebraciones donde la alegría debe estar presente.
Además, provoca beneficios en nuestra salud, no sólo nos proporciona el placer de las endorfinas y lleva a nuestro organismo a un estado de equilibrio fisiológico, sino que se ha demostrado que fortalece nuestro sistema inmunológico, reír y estar alegres nos hacen más resistentes contra las enfermedades.
Parece que estar alegre nos trae multitud de ventajas.
La risa y la alegría
La risa es un mecanismo muy básico y primitivo que nos ha ayudado a estar sanos y unidos al grupo.
Compartimos la risa con los primates y también las cosquillas. Otros animales como los perros y algunos roedores parecen tener algo parecido a la risa en los ambientes de juego o cuando se les hace cosquillas.
La risa es uno de los precursores de la comunicación al igual que el llanto. Cuando el bebé ríe nos indica que está contento, satisfecho, que no necesita nada de nuestra parte, y además, nos invita a establecer contacto social y afectivo con él, nos ayuda a reforzar nuestro vínculo emocional.
La sonrisa y la risa transmiten confianza y seguridad., “no soy peligroso, te puedes fiar de mí”. Es, por tanto, un facilitador de la resolución de conflictos.
La sonrisa es un signo de sumisión en los primates. Se da también en situaciones de miedo. El dominante hace reír, el sumiso ríe.
Nos reímos mucho más con otras personas que solos, es un acto social.
La risa es contagiosa, seguramente esto ha sido adaptativo como mecanismo de cohesión social.
La risa tiene que ver con algo muy básico, con la primera infancia. La risa nos permite bajar nuestras defensas y no tomarnos tan en serio la vida, nos permite conectar con el juego, con el niño interior y nos libera.
La risa tiene beneficios extraordinarios sobre el sistema inmunitario, aumenta las defensas no sólo durante el momento de la risa o diversión sino que el efecto permanece tiempo después.
La risa y el sentido del humor nos ayudan a canalizar el estrés.
Acercarnos a la auténtica felicidad
Las personas experimentamos placer y alegría de maneras diferentes. Aprender a conocerse es dar un gran paso hacia la felicidad ya que nos ayudará a incorporar aquellas cosas en nuestra vida importantes para nuestra felicidad personal.
1ª clave
Una de las claves se encuentra en nuestras motivaciones básicas.
Todas las motivaciones básicas humanas están presentes en cada uno de nosotros pero no las valoramos de la misma manera sino que lo hacemos en función de nuestra personalidad. Hay personas que valoran la vinculación por encima de todo, y otras valoran más la superación o el reto. En la medida que hagamos presentes esas motivaciones en nuestra realidad, estaremos más alegres. ¿Cuál es tu caso?
Vinculación: Está muy presente si para nosotros es muy importante que nos quieran y tendemos a establecer vínculos afectivos en cualquier situación y no sólo en lo personal, en el trabajo, con los vecinos, en las tiendas o en un curso al que nos hemos apuntado....
Pertenencia: Implica que necesitamos sentirnos parte de un grupo, y no muy diferentes en maneras de pensar, de mostrarnos, de vestir, etc., y ser grupo puede ser hasta más importante que ser individuo. Si esta motivación está muy presente, tenderemos a participar en asociaciones, velar por que las decisiones sean de tipo grupal, a veces podemos perder parte de nuestras preferencias o callar una de nuestras ideas por el bien del grupo, y por evitar el rechazo del grupo.
Identidad: Marcamos lo que nos diferencia para ser únicos y especiales aunque sea en contra del grupo, o aunque nos tachen de “raros” o “diferentes”. Le damos mucha importancia a nuestras necesidades, gustos e ideas y las defendemos y llevamos a cabo lo que nos gusta aunque lo hagamos solos. Decimos lo que pensamos aunque sea contrario a lo que otros piensan. En esta motivación no gusta sentirse rebaño, se reivindica la individualidad e identidad.
Seguridad: Es una motivación conservadora. Se mantiene lo que se ha conseguido, se buscan actividades o situaciones vitales que nos aporten seguridad. En esta motivación nos movemos por encontrar un trabajo fijo, una profesión con salidas, no son agradables los cambios o imprevistos.
Poder: Deriva de nuestra necesidad humana de control sobre la realidad. La influencia sobre las personas es una manera compleja de satisfacer dicho control. Se puede dar de diferentes maneras: seducción, fuerza, argumentación, amenaza, control de la información, ayuda, estatus social o económico…
Reto/superación: Nuestro cerebro necesita variedad, complejidad y cantidad de estimulación: ser creativo y enriquecerse con novedades. Conocer, comprender y aprender producen bienestar y placer, independientemente de la utilidad. Superar cosas difíciles nos da satisfacción en sí misma.
Placer: Buscamos el bienestar y las sensaciones agradables: disfrutamos de los cinco sentidos. La satisfacción de las necesidades básicas para la supervivencia están fuertemente ligadas a este tipo de motivación: descanso, alimento, sexo…
Perdurabilidad: El ser humano tiene afán de inmortalidad: creencias religiosas, expresiones artísticas, obras sociales, utopías, tener hijos… son ejemplos de satisfacer esta motivación.
Ante esto, nos tenemos que preguntar. ¿Incorporo en mi vida actividades y situaciones que satisfagan mis motivaciones predominantes?
2ª clave
Otra de las claves está en el tipo de emociones positivas que nos gusta experimentar.
Me siento bien experimentando placeres sensoriales, sensación de triunfo o de orgullo, excitación o interés, calma, paz, diversión y risa, admiración, euforia… ¿Incorporo a mi vida actividades o situaciones que me hagan experimentar estos sentimientos?
Pero cuidado, no nos vale cualquier actividad para llegar a la auténtica felicidad. Según Seligman otra de las claves de la felicidad se encuentra en potenciar las emociones positivas y los placeres. Pero, ¿qué significa potenciarlas? Seligman nos advierte que no debemos tomar atajos para conseguir el placer: drogas, compras, sexo sin amor…, sino buscar aquellas cosas que realmente son importantes para cada uno de nosotros, y desarrollar desde ahí nuestras fortalezas para sentirnos bien con nosotros mismos, y subir nuestra autoestima. Desde ahí, sí es importante incorporar en nuestra vida la mayor cantidad de placeres posibles y saborearlos y disfrutarlos en el aquí y ahora.
Muchos estudios han demostrado que la posición económica (siempre que se satisfagan las necesidades vitales mínimas) o incluso estar en pareja no aportan más felicidad.
Algunas formas de potenciar estos placeres son. Compartirlos con los demás, enfocarnos en la percepción de las pequeñas cosas, vivenciarlas en el momento en las que las desarrollamos y recordarlas al final del día
3ª clave
Otra clave está en sonreír y reír. Se ha demostrado que cuando experimentamos alegría, sonreímos, y provocamos todos esos cambios físicos y psicológicos de los que hemos hablado, pero la relación es bidireccional.
Según los descubrimientos de Antonio Damasio, cuando colocamos la actitud facial y corporal de la alegría, acabamos experimentándola realmente.
A modo de resumen
Te damos algunas pistas más de cómo potenciar tu alegría y felicidad.
- Aprende a conocer tus características. Fortalezas y debilidades. Fortalece tu autoestima.
- Aprende a relajarte y mantén a raya el estrés.
- Fíjate en lo que haces bien y no te exijas tanto.
- Encuentra momentos para ti y lo que te gusta y enfócate en el disfrute de esos momentos. Recuérdalos de vez en cuando.
- Come y duerme lo suficiente para ti. Haz algo de deporte. Mens sana in corpore sano.
- Toma decisiones hacia cambios vitales ilusionantes.
- Incorpora cosas nuevas en tu vida.
- Encuentra momentos para relacionarte con los otros.
- Haz actividades creativas.
- Sonríe y ríete cada día, cultiva el humor.
Psicóloga y Coach