Somos memoria

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.»

Frase del personaje Roy Batty (Blade Runner, 1982)

Roy Batty blade runner 1

Hace 14 años a mi padre le diagnosticaron Alzheimer, no tenía aún los 53 años.

Quizá por esa razón, el tema de la memoria me bulle y me toca mucho personalmente. Esto me hace tener muy presente mi pasado, y cuidar las cosas y personas que son importantes en mi vida.

Todos sabemos, que el Alzheirmer es una enfermedad en la que se ve afectada la memoria de las personas, junto con el resto de las funciones cerebrales, en un proceso de neurodegeneración progresiva, hasta que la persona muere.

Desde la psicología cognitiva y las neurociencias hablamos de diferentes tipos de memoria, memoria a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo. Se relaciona al hipocampo con la memoria y el aprendizaje, aunque parece que la memoria está presente en muchas otras localizaciones cerebrales. Al mismo tiempo, el hipocampo es una zona cerebral que pertenece al sistema límbico, nuestra parte del cerebro más primitiva y compartida por muchas especies en la escala filogenética, y sede de las emociones. Emoción y memoria están, también,  estrechamente relacionadas. Curiosamente, la memoria que es más fácil de preservar, a lo largo del proceso de envejecimiento normal, es aquella en la que hay un fuerte contenido emocional.

Los recuerdos son la expresión de que hemos adquirido ciertos aprendizajes. Así, la memoria nos ancla a la supervivencia. Los animales con un sistema nervioso simple tienen la capacidad de adquirir conocimiento sobre el mundo, y crear recuerdos. Esta capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos, que además tenemos la capacidad de adquirir conocimiento sobre nosotros mismos, desarrollar nuestra identidad.

No se entiende la identidad sin la memoria. Somos memoria. En el Alzheimer, junto con la memoria, las personas van perdiendo su identidad.

Mi padre empezó a perder la memoria progresivamente. Al principio, se manifestaba especialmente en la memoria a corto y medio plazo, y en la capacidad para organizar y planificar tareas. A los pocos años, nos confundía a sus familiares y amigos, aunque éramos personas cercanas y cotidianas para él. Poco después, ya no nos conocía. De esto hace ya muchos años y sigue con vida milagrosamente, ya que cuando la enfermedad ataca en edades tan tempranas suele ser fulminante.

En el momento en que él ya no era consciente de su enfermedad ni de sí mismo, yo empecé a sentirme aliviada porque ya no sufría más. Es terrible, me alegré de que mi padre, tal como él tenía conciencia de ser, dejase de existir, me alegré, y al mismo tiempo, se perdieron muchas cosas y muchas posibilidades.

La memoria es un tema inquietante y también apasionante, en el cine nos emocionábamos con los replicantes de Blade Runner, que se protegían de ser descubiertos gracias a sus recuerdos, que cuidaban como el más valioso de los tesoros, muchos de ellos no sabían realmente si eran replicantes o humanos, o nos compadecíamos, en Memento, de ese personaje que se tatuaba para recordar las cosas importantes, ya que olvidaba todo lo que le ocurría cada día.

Las grandes motivaciones humanas hacia la inmortalidad y la perdurabilidad, lleva a las personas a dejar un mensaje en una botella o en una lápida, a brillar, generación tras generación, en una obra de arte o en los libros de historia. Queremos dejar huella, que nos recuerden, sea para bien o para mal.

Somos memoria…

Y somos con el otro, somos con la memoria del otro. Cuando alguien desaparece de nuestras vidas, perdemos mucho de nosotros mismos, una pareja que se rompe, un amigo que nos abandona, un ser querido que fallece, la vieja casa del pueblo que van a demoler, esa ciudad que no hemos vuelto a pisar…

Nuestra memoria es limitada, nos gusta ver fotografías que activan, de repente,  lugares recónditos de nuestro cerebro que no creíamos que estaban allí, nos gusta reencontrarnos con un viejo amigo, que nos refresca la memoria de aquellas aventuras del pasado que parecía que teníamos borradas, o, de repente, ese olor que nos lleva inmediatamente a otro espacio y a otro tiempo… Estas experiencias nos hacen contactar con nosotros mismos.

Se está empezando a probar una vacuna contra el Alzheimer en humanos, que ya ha funcionado en animales. El objetivo de la vacuna es inmunizar al paciente para detener el avance de las placas degenerativas en las neuronas.

Es una gran noticia. Se ha abierto una puerta de esperanza para controlar el Alzheimer, muchas personas podrán seguir teniendo conciencia de quienes son, y muchos familiares y amigos de estas personas, mantendrán su parcela de memoria a través de la memoria del otro.

http://www.antena3.com/noticias/salud/ensayos-vacuna-alzheimer-comenzaran-2013_2012091900153.html

Raquel López Vergara

Psicóloga

Grupo Crece